La tecnología PoE (Power over Ethernet) permite que la alimentación eléctrica se suministre a un dispositivo de red (punto de acceso, teléfono o cámara IP) usando un mismo cable, lo que proporciona multiples ventajas.
Hemos resumido en este artículo las características más importantes que convertirán esta tendencia tecnológica en realidad en 2018.
Gracias a las apuestas que fabricantes de diversos equipamientos están realizando, y a las bondades y beneficios del sistema, cada vez son más los dispositivos que pueden beneficiarse de la tecnología PoE (Power over Ethernet).
A los dispositivos ya conocidos como teléfonos IP, puntos de acceso WiFi…etc., se están sumando constantemente nuevos dispositivos que pueden ser alimentados por PoE, como por ejemplo cámaras de seguridad, pantallas de iluminación LED, sistemas de gestión de edificios, control de accesos etc., esto supone una oportunidad de ahorro significativo de costes en infraestructura, al poder utilizar el mismo cable de par trenzado para alimentar eléctricamente y dotar de conectividad de red a los dispositivos.
En la actualidad, PoE esta categorizado según la potencia en vatios que puede entregar la fuente de energía (va desde los 13w de PoE hasta los 51,1w de PoE++) aunque se espera que en este 2018 se estandarice el PoE de tipo 4 (actualmente en revisión), que permitirá entregar una potencia de hasta 74,8 vatios, lo cual incluirá a casi la totalidad de dispositivos existentes en un edificio.
Para que esto sea una realidad, hay que tener preparada la infraestructura, y lo más recomendable es implementar o actualizar el cableado de las instalaciones a la categoría 6A, de este modo no solo garantizaremos un menor calentamiento de los cables debido a su mayor sección, si no que estaremos preparados para conectar dispositivos que funcionen hasta en 10 Gigas.
Con la migración masiva que se espera de dispositivos a tecnología PoE, se hace cada vez más necesaria la implementación de sistemas de cableado inteligente, que facilitan tanto la administración como el mantenimiento de la infraestructura y los dispositivos.
Aunque hay algunas limitaciones, como las distancias superiores a 100m, en la mayoría de edificios no se superan estas distancias entre el centro de cableado y los dispositivos a conectar. En el caso de que esto sucediese, existen soluciones como los cables híbridos de fibra óptica y alimentación, que solventarían dichos los problemas en los casos más extremos.
Gracias a todo esto, el cableado estructurado tomará cada vez más protagonismo, adquiriendo cada vez más su instalación en cualquier edificio o superficie comercial.